La inteligencia artificial adapta los contenidos y métodos de enseñanza a las necesidades individuales de cada estudiante, optimizando su proceso de aprendizaje.

Permite a los educadores ahorrar tiempo al gestionar calificaciones, planificación de clases y administración escolar de manera eficiente.

Facilita la generación de materiales de aprendizaje personalizados, como cuestionarios, resúmenes y ejercicios adaptados a cada nivel educativo.